Aceptaré el papel que me corresponde en el plan de Dios para la salvación.
He aquí una oferta que garantiza mi total liberación de cualquier clase de dolor y una dicha que no es de este mundo. Puedo intercambiar una pequeña parte de mi tiempo por paz interior y certeza de propósito, con la promesa de que triunfaré. Y puesto que el tiempo no tiene significado, se me está dando todo a cambio de nada. He aquí un trato en el que no puedo perder. Y lo que gano es en verdad ilimitado.
- Aceptaré el papel que me corresponde en el plan de Dios para la salvación.
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