La salvación procede de mi único Ser.
Aunque soy un solo Ser, me percibo como si fuera dos: bueno y malo, lleno de amor y lleno de odio, mente y cuerpo. Esta sensación de estar dividido en dos estados opuestos da lugar a un constante y agudo conflicto, y conduce a desesperados intentos de reconciliar los aspectos contradictorios de esa auto-percepción. He buscado muchas de estas soluciones reconciliatorias, pero ninguna de ellas me ha dado resultado. Los opuestos que percibo en mi jamás serán compatibles. Tan sólo uno de ellos existe.
Si he de salvarme, tengo que aceptar el hecho de que, por mucho que lo intente, la verdad y lo ilusorio no pueden reconciliarse, independientemente de los medios que utilice o de dónde perciba el problema. Hasta que no acepte esto, iré en pos de un sinnúmero de metas irrealizables el tiempo, mis esfuerzos serán en van, fluctuaré entre la esperanza y la duda, y cada intento será tan fútil como el anterior y tan inútil como sin duda alguna habrá de ser el siguiente.
- La salvación procede de mi único Ser. sus pensamientos están a mi disposición.
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