Lección 66

Mi función y mi felicidad son una.

El ego está batallando constantemente con el Espíritu Santo en torno a la cuestión fundamental de cuál es mi función. También batalla con Él constantemente con respecto a qué es mi felicidad. No es ésta una batalla que tenga dos contendientes. El ego ataca y el Espíritu Santo no responde. Él sabe cuál es mi función. Él sabe que es mi felicidad.

Iniciaré cada sesión:

  • Dios me da únicamente felicidad.
  • Él me ha dado mi función.
  • Por lo tanto, mi función tiene que ser la felicidad.
Para las sesiones cortas:
  • Mi función y mi felicidad son una porque Dios me dio las dos.
Éxito.

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