Lección 49

La Voz de Dios me habla durante todo el día.

Es muy posible escuchar la voz de Dios durante todo el día sin que para ello interrumpa para nada mis actividades normales. La parte de mi mente donde reside la verdad está en constante comunicación con Dios, tanto si soy consciente de ello como si no lo soy. Es la otra parte de mi mente la que opera en el mundo y la que obedece sus leyes. Esa es la parte que está constantemente distraída y que es desorganizada y sumamente negativa.

La parte que esta escuchando a la Voz de Dios es serena, está en continuo reposo y llena de absoluta seguridad. Es la única parte que realmente existe. La otra es una loca ilusión frenética y perturbada, aunque desprovista de toda realidad. Hoy trataré de no prestarle oidos.

Hoy repetiré la idea de hoy frecuentemente. Lo haré con los ojos abiertos cuando sea necesario, pero los cerraré siempre que me sea posible.
Éxito.

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