Lección 129

Más allá de este mundo hay un mundo que deseo.

Quizá valga la pena dedicar un rato a reflexionar una vez más sobre e valor de este mundo. El mundo que veo es ciertamente despiadado, inestable y cruel, indiferente en lo que a mi respecta, presto a la venganza y lleno de odio inclemente. Da únicamente para más tarde quitar y me despoja de todo aquello que por un tiempo creí amar. En ese mundo no se puede encontrar amor verdadero porque en él no hay amor. Dicho mundo es el mundo del tiempo en donde a todo le llega su fin.

Ahora estoy a un instante de la intemporalidad. Desde aquí sólo puedo mirar hacia adelante, pues nunca más querré mirar hacia atrás para ver el mundo que ya no deseo. He aquí el mundo que viene a ocupar su lugar, a medida que libero a mi mente las nimiedades que el mundo me ofrece para mantenerme prisionero. No le atribuiré nungún valor y desaparecerá. Si le doy valor me parecerá real.
Practicaré estar dispuesto a efectuar este cambio:
  • Más allá de este mundo hay un mundo que deseo.
  • Elijo ese mundo en lugar de éste, pues no hay nada aquí que realmente desee.
  • El mundo que veo no me ofrce nada que yo desee.
  • Más alla de este mundo hay un mundo que deseo.
Gracias por los favores recibidos.