No hay más voluntad que la de Dios.
La voluntad de Dios es la única voluntad. Cuando haya reconocido esto, habré reconocido que mi voluntad es la Suya. La creencia de que el conflicto es posible habrá desaparecido. La paz habrá reemplazado a la extraña idea de que me atormentan objetivos conflictivos.
Meditaré sobre:
- No hay mas voluntad que la de Dios.
- No puedo estar en conflicto.
- Estoy en paz.
- Nada puede perturbarme.
- Mi voluntad es la Dios.
- Mi voluntad y la de Dios son una.
- La Voluntad de Dios es que Su hijo esté en paz.
- No hay más voluntad que la de Dios.
- Estos pensamientos conflictivos no significan nada.
- No hay más voluntad que la de Dios.
- Yo la comparto con Él.
- Mis conflictos con respecto a_________ no pueden ser reales.
- No hay mas voluntad que la de Dios.
- Hoy busco Su paz.
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