La verdadera humildad requiere que acepte la idea de hoy porque es la Voz de Dios la que me dice que es verdad. Éste es uno de los primeros pasos en el proceso de aceptar mi verdadera función en la tierra. Es un paso gigantesco que me conducirá al lugar que me corresponde ocupar en la salvación. Es una aseveración categórica de mi derecho a la salvación y un reconocimiento del poder que se me ha otorgado para salvar a otros.
Debo reflexionar hoy acerca de esta idea tan a menudo como pueda. Es la respuesta perfecta a todas la ilusiones y por ende, a toda tentación. La idea de hoy lleva todas las imágenes que yo he forjado de mi mismo ante la verdad y te ayuda a seguir adelante en pas, sin agobios y seguro de mi propósito.
- Yo soy la luz del mundo. Ésa es mi única función.
- Por eso es por lo que estoy aquí.
Éxito.
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