Mi santidad bendice al mundo.
Esta idea contiene los primeros destellos de mi verdadera función en el mundo, o en otras palabras por la que estoy aquí. Mi propósito es ver el mundo a través de mi propia santidad. De este modo, Yo y el mundo seremos bendecidos juntos. Nadie pierde; a nadie se le despoja de nada; todo el mundo se beneficia a través de tu santa visión. Mi santa visión significa el fin del sacrificio porque les ofrece a todos su justo merecido. No hay ninguna otra manera de poder eliminar la idea de sacrificio del pensamiento del mundo. Cualquier otra manera de ver inevitablemente exige el que algo o alguien pague. Como resultado de ello el que percibe sale perdiendo.
Mi santidad es la salvación del mundo. Me permite enseñar al mundo que es uno conmigo, sin predicarle ni decirle nada, sino simplemente mediante mi sereno reconocimiento de que en mi santidad todas las cosas son bendecidas junto conmigo.
En el ejercicio de hoy, la frase:
- Mi santidad bendice esta silla.
- Mi santidad bendice esa ventana.
- Mi santidad bendice este cuerpo.
- Mi santidad te bendice, (nombre).
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